- No sabes lo feliz que soy de tenerte aquí, - le dijo el con voz cálida.
- Me parece mentira que ya
haya pasado toda esa pesadilla. Pensé que mi vida acabaría allí.
- El vínculo de sangre que
nos une me "avisó" de que tu estabas en peligro cariño. Jamás te
habría dejado morir allí. Ven, vamos a sentarnos. Tengo que contarte algunas
cosas.
- Dime.
- Hace años, una noche en que
iba buscando a alguien de quien alimentarme, vi a una mujer y la seguí.
Entonces me di cuenta de que entraba en un viejo parque y abandonaba a un bebé.
La mujer era tu madre, y el bebé eras tu, Lara.
- ¿En serio?
- Si. Tu madre se largó
corriendo y yo pensé dejarte allí. Aquel no era mi problema, pero cuando te
vi... me fue imposible abandonarte allí, sola en medio de la noche.
- ¿Y que hiciste? - quiso
saber ella.
- Te cogí en brazos y,
guiándome por mi olfato, seguí a tu madre. Entonces te dejé en la puerta de la
casa, llamé al timbre, y ellos no tuvieron mas remedio que hacerse cargo de ti.
- Kalean, gracias por lo que hiciste. No... no
tenía ni idea de que mi... madre o quien fuera se quería deshacer de mi ya
desde la infancia, - dijo triste, - menos mal que estabas tu allí.
- Durante todos estos años he averiguado cosas
sobre la que tu creías tu familia, - comenzó a explicar el, - para empezar
fuiste adoptada por la hermana de Emma, la que tu creíste siempre tu madre.
Pero esa mujer tuvo un trágico accidente y murió. Entonces te dejó en manos de
su hermana para que ella te criara como una hija.
- Pero ella no me quería, - dijo Lara, - ni su
marido ni su hijo, ¿verdad Kalean?
- No. Ellos intentaron abandonarte aquella noche,
pero como yo intervine y te regresé a casa, no tuvieron mas remedio que cargar
contigo.
- ¿Por que te crees que te
tenían esclava en casa, haciendo que te encargaras de todas las tareas?
- Supongo que para sacar
algún provecho de mi.
- Si, ellos eran una familia
muy peculiar, muy liberada. Tu padre tenía un amante y se acostaba con el, ella
era una furcia en el Red Rose, y tu supuesto hermano era un sinvergüenza que
tenía amistades no recomendables, por eso, cuando tu te enteraste de todos sus
secretos, comenzaron a idear planes para que te largaras y quitarte de en
medio.
- ¿Como sabes tu todo eso
Kalean?
- Aparte de mis averiguaciones
puedo leer la mente cariño, no lo olvides.
- El primero en idear algo
contra ti fue tu hermano, - continuó relatando el.
- ¿Mi hermano? - se extrañó
ella.
- Si Lara, ese chico con el
que saliste varias veces y que te llevó a robar a una casa, es amigo de tu
hermano Marcos. La idea era que la policía te pillara a ti y te culparan del
robo. Entonces te habrían llevado a un centro de menores, pero como sabes, yo
te libré de aquello. Y luego fue la asquerosa de tu supuesta madre, que hizo
que su amiga te llevara al Red Rose para que te quedaras allí prostituyéndote
por lo siglos de los siglos. Y para terminar de rematar la cosa, tu padre
quería que te murieras, que te quemaras viva en aquella casucha. Son unos hijos
de puta, jamás he conocido a gente tan mala y rastrera como ellos.
- Oh Kalean, casi no puedo creer que ellos
hicieran... todo eso. ¿Y por qué?
- Tu no eras su hija, no te querían, y ya que
estabas en su casa, para ellos lo mínimo era tenerte como una criada.
- No sabes lo que me alegró poder fastidiarles
todos los planes.
- Kalean, jamás podré agradecerte suficiente todo
lo que has hecho por mi. Eres... como mi ángel.
- Tu ángel de la noche, - añadió el, - no te
olvides de lo que soy.
- Eres mi amor y te quiero,
lo eres todo para mi, lo demás no importa...
Entonces se besaron
dulcemente.
Pero instantes después sus
bocas se fundían en una.
- Te quiero Lara, creo que de alguna forma me
enamoré de ti aquella noche, cuando por primera vez te vi hecha un bebé y te
estreché entre mis brazos.
- Desde entonces jamás te he
perdido de vista ¿sabes? Siempre... cuidé de ti desde lejos.
- Eres lo más bonito que
existe Kalean, no hay nadie como tu.
- Tu si que eres preciosa mi vida, - dijo
acariciando su mejilla.
Entonces el de repente se
arrodilló.
- ¿Que haces Kalean? - se
extrañó ella.
Pero por toda respuesta el
sacó una cajita con un precioso anillo de oro con un diamante. Lara sorprendida
y maravillada, se llevó las manos a la boca.
- Lara, te amo con todo mi corazón, ¿quieres ser mi
esposa? Para mi esa sería la mayor gloria a la que puedo aspirar.
- Oh Dios... no me lo puedo creer, no... me lo
esperaba... - dijo nerviosa.
- Toma cariño, ¿me aceptas y te lo pones? - sonrió
el.
- Por supuesto. Oh, que bonito es.
- Gracias Kalean, jamás pensé que se podría ser tan
feliz como tu me has hecho.
- Tu eres la que me ha hecho feliz entregándote a
mi, aceptándome como esposo.
- Oh Kalean te amo, te adoro mi vida. No me dejes
nunca por favor. Ya no se vivir sin ti.
- Yo tampoco y lo sabes. Te
quiero preciosa mía, te adoro y siempre te amaré.
Fin
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