martes, 26 de mayo de 2015

Capítulo 14

No había pasado el tiempo suficiente para que Lara asimilara lo que le estaba pasando, cuando se abrió la puerta y entró un hombre con una pinta no muy aconsejable.


- Hola gatita, - la saludó con descaro, - así que tu eres la que se va a estrenar conmigo ¿verdad? Que suerte. Supongo que no serás virgen, pero si por un milagro lo eres, me va a encantar follarte por primera vez.


Lara estaba petrificada de miedo, no acertaba a decir ni media palabra. Esto no podía estar ocurriendo, no debería de ocurrir, pero el caso es que era la terrible realidad.


- Ven aquí y dame un beso gatita, - le dijo el tipo tratando de abrazarla, - déjame tocarte las tetas...

- No se me acerque.


- Vamos mujer, ¿te vas a hacer la estrecha ahora conmigo?
- ¡Le he dicho que no me toque joder! ¡Déjeme!


- Maldita estrecha... Con razón me dijo Marlene que a lo mejor no me lo pondrías nada fácil.


- Pero te juro por todos mis muertos que ahora mismo te voy a quitar las bragas y te la voy a meter, y me va a dar igual si me dices que eres virgen. Las mosquitas muertas sois las peores, ¡así que vamos! ¡quítate las bragas!


- Espere por favor, yo no... hago esto, me trajeron engañada, - trató desesperadamente de explicarse para ver si lograba que la dejara en paz.
- Me da igual, si no lo eres, yo te voy a convertir en una puta ahora mismo. ¡Vamos zorra!


Pero en aquel preciso momento en que se sentía perdida, la puerta se abrió y entró Kalean.


Lara se puso tan contenta que sintió que las fuerzas, la seguridad y el valor retornaban a ella.
- Interrumpo ¿verdad? - dijo Kalean con aplomo.
- ¿Quien coño eres tu, tío? ¡Lárgate de aquí!


- ¡Tu eres el que se va a largar de aquí ahora mismo! ¿me oyes?


- Vas a dejar a esta chica en paz.


- Así que mueve tu culo fuera de este cuarto y piérdete tío.


- Porque te aseguro que si no me obedeces, lo vas a lamentar, ¿me he explicado bien?


- He venido a follarme a esta zorra y tu no me lo vas a impedir.
- ¡Maldito cabrón...! ¡He dicho que te largues! - le gritó Kalean.
- Pero si es solo una puta, ¿para qué te pones así? ¿es que quieres ser el primero o qué?


Al oír aquello, Kalean encolerizado, abofeteó al tipo en cuestión.


- Y ahora hijo de puta, lárgate, - le dijo con tono y voz amenazante.


- ¡Eres un imbécil, un hijo de...!
- ¡Fuera! - volvió a gritarle Kalean.


- Me las pagarás, esto no va a quedarse así, - dijo rencoroso y enfadado.


Y a continuación dio media vuelta y abrió la puerta.


Luego salió del cuarto. Abajo, ajena a todo, la música seguía sonando.


- Lara, ¿estás bien? - le dijo Kalean dirigiéndose hacia ella.


Entonces, sin poder reprimirse, ambos se abrazaron.
- Oh Kalean, menos mal que has venido. Abrázame fuerte por favor. He pasado tanto miedo...


- Tranquila cariño, ya estás a salvo.


- ¿Ese memo te ha hecho algo? - quiso saber el.


- Quería... desnudarme, tocarme y... hacérmelo, pero yo me resistí y tu llegaste a tiempo.
- Nadie te hará nada que tu no quieras porque yo lo impediré.


- Estás muy nerviosa Lara. Esto ha sido muy fuerte para ti, - le dijo el, - ¿quieres que vayamos a mi casa y charlemos? Así te tranquilizarás.
- Si Kalean, llévame a tu casa.
Y al fin del mundo si quieres, - pensó para si mientras el agarraba su mano y ella sentía un millar de mariposas aleteando en su estómago.
La noche era joven y no había hecho mas que empezar...  


Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario