viernes, 14 de octubre de 2016

Capítulo 3

Para que ayudara con los gastos de la casa y de paso se distrajera y no estuviera todo el día mirando a aquel sim, Rosa habló con un conocido suyo y logró que el la citara en su tienda de libros para ver si le daba un empleo de media jornada.

Bastante dispuesta, Miriam llegó por la mañana temprano. La tienda parecía bastante moderna y era además céntrica. 


- Buenos días, soy la compañera de piso de Rosa Romero, -comenzó ella.
- Ah sí Rosa, la enfermera. Es conocida mía. Usted venía por el empleo de media jornada ¿no es así?
- Si claro.
- Muy bien. Yo es que a veces me ausento y voy a necesitar a alguien que se quede aquí y se encargue de la tienda.
- Estupendo, muchas gracias. ¿Cuándo le parece que empiece? – quiso saber Miriam.
- Vente mañana a las nueve y media de la mañana ¿ok?


A la mañana siguiente, justo cuando más enfrascada estaba escuchando las explicaciones sobre cómo utilizar la caja, alzó la mirada al ver entrar a un chico, y ya no pudo despegar los ojos de él.
El desconocido la miraba y sonreía como si la conociera, y tenía además un sospechoso parecido con Kiko, su sim.


- Hola Miriam, - la saludó él.
Ella lo miró confundida.
- ¿Perdón? ¿Quién es usted?


- Miriam, soy Kiko, lo sabías perfectamente desde que me has visto entrar en la tienda.
Por un momento ella lo miró sorprendida y extrañada, sin capacidad de respuesta.


Luego se dio la vuelta dándole la espalda.
- No tengo ni la más remota idea de quién es usted, así que si no desea nada más…


Pero aquel chico ni corto ni perezoso pasó por detrás del mostrador y se acercó a ella.
- Miriam, soy yo, Kiko, tu Kiko, con el que sueñas y juegas en el ordenador,  y estoy aquí para ti.
- Por favor no diga tonterías, - dijo ella tratando de ser realista y preguntándose a la vez cómo demonios sabría aquel tipo todo aquello de su sim y del juego.


- No son tonterías y tú lo sabes. Tienes un cuadro mío sobre el cabecero de tu cama ¿verdad?
- Pe… pero… - tartamudeó.
- Estoy aquí por ti, para ti, y quiero que salgas conmigo. Quiero hacer realidad tus sueños.
- Mire… no sé de qué manicomio se ha escapado, pero se va a ir usted ahora mismo o se lo diré a mi jefe y le echará. Mejor, lo echaremos los dos.


- Miriam, - el chico la miró serio, - he venido por ti, soy tuyo, y no voy a rendirme. Volveré las veces que hagan falta hasta que accedas a salir conmigo.


Ella lo miró en silencio, contemplando sus bonitas facciones.
Aquellas palabras eran preciosas y muy románticas, pero todo aquello era simplemente imposible, una locura total.
- Váyase por favor.
- Vale, pero volveré, - anunció él como una sentencia.


Y acto seguido dio la vuelta y caminó hacia la puerta para irse. Miriam no pudo dejar de mirarlo.


Pero justo al día siguiente al salir de la tienda, vio a aquel chico esperándola.


- ¿Otra vez usted?
- Hola Miriam, te dije que volvería las veces que fueran necesarias, lo sabes.


- No sé quién es usted ni de dónde diablos ha salido. Es normal que no me fíe ¿comprende?


- He salido de ti, de tu mente, soy tuyo y te pertenezco.
- No siga diciendo tonterías por favor. ¿Se cree que soy retrasada mental?


- Ya sé que no lo eres, así que de acuerdo, olvidémonos de todo eso ¿vale? Sal conmigo y divirtámonos sin pensar en más nada. Solo tú y yo.


- Podríamos ir al festival de verano. Creo que está muy chulo. Anda, anímate preciosa.
Aquella última palabra tuvo el poder de encender sus mejillas y hacer que se decidiera.
- Vale, de acuerdo.


- ¡Bien! Sígueme, cogeremos un taxi. Ya verás que bien lo pasamos.


Miriam lo siguió mientras lo observaba.
No sabía absolutamente nada de aquel hombre, ni de donde había salido ni como sabía todo lo de Kiko, su sim, pero había algo en él, en su mirada, que le hacía imposible decirle que no. Tenía ganas de salir con él por ahí, desfrutar, reírse y no pensar en nada.


Y eso es justamente lo que hizo. Se metió en un taxi con él rumbo al festival de verano.
¿Estaba siendo una loca?, ¿una imprudente tal vez? – se preguntó a sí misma mientras el taxi arrancaba. No sabía la respuesta.


Continuará

1 comentario:

  1. Uuuhh, interesante la verdad. Tengo la incógnita de saber quién es o si es Kiko el del juego, cómo ha salido del pc. Además, se me ha ocurrido otra cosa... ¿Y si todo esto que Miriam está viviendo es un sueño y sigue en realidad en el hospital en coma?

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